El Gobierno iraní ha confirmado que el número de fallecidos por el coronavirus ha aumentado a 611 -- respecto a los 514 del último balance -- y que el total de casos confirmados en el país es de 12.729, según ha informado el Ministerio de Salud.
Este nuevo balance tiene lugar después de que el presidente del país, Hasán Rohani, se reuniera esta mañana con sus asesores para discutir nuevas medidas de contención frente al coronavirus en Irán, convertido ya en el tercer mayor foco de contagio después de China e Italia, según informa la agencia oficial de noticias iraní, IRNA.
El virus también ha afectado a las instituciones públicas de Irán. Diecisiete empleados bancarios han muerto hasta ahora y cientos han sido contagiados. La brigada de bomberos ha intentado emprender la desinfección de todas las calles del país, pero la falta de desinfectantes y máscaras da a entender que la medid ha sido recibida con profundo escepticismo.
El gobierno quería tener la crisis controlada a finales de las vacaciones del Año Nuevo persa el 2 de abril, una meta considerada ahora poco realista debido a la gravedad de la epidemia en el país.
Los 83 millones de iraníes deberán someterse a pruebas de coronavirus con la ayuda del Ejército. Según el jefe del Estado Mayor, Mohammad Bagheri, los militares también deberán mantener despejadas las calles del país y los caminos rurales.
El Gobierno se opone con vehemencia a declarar una cuarentena en todo el país por temor a desatar un pánico más amplio.